En un mundo de conectividad y abundante información acerca de LEAN junto a una preocupación de la imagen que proyectamos al público, muchas empresas se auto etiquetan falsamente como una organización LEAN. Así crean programas, gerencias y puestos que nada tienen de mejoramiento continuo.
Ser Lean involucra:
- Poner en primer lugar a las personas en vez que los sistemas.
- Tener flexibilidad en el proceso para satisfacer mejor a nuestros clientes.
- Aprender continuamente del proceso.
- Hacer que los trabajadores aporten al menos una idea de mejora anual.
- Eliminar el stress de nuestros colaboradores mediante analizar su carga de trabajo y reducir la sobrecarga.
En fin, como diría el gran Yokoi Kenji: “No vale la pena hacernos trampa a nosotros mismos”. Por lo tanto, que sea LEAN no que parezca LEAN.